Generación 93

Recuerdo cuando entramos a estudiar "Ciclo Básico de Física" en el '93,

postulamos 17 (el cupo era para 20), de los cuales yo era la única mujer, ¡qué
sorpresa cuando descubrí que en esos años, de las 50 personas aprox. que
habían en la facultad, solo 3 éramos estudiantes mujeres! (la Antonia, la Rulo
y la "suscrita").... ¡¡¡ qué horror !!!.... ¿Quién diría que a solo 13 años de
aquello, tendríamos una mujer presidenta y un gran porcentaje de mujeres en
astronomía?

No hubo novateo, ni bienvenida, ni fiesta de inicio... con cueva alguien podía
decirnos dónde estaba la maldita M-01 (¿¿a quién se le ocurre poner esa sala
para la primera clase??, ¡no hay compasión!).

De los 17, al término del primer semestre quedamos 11. De ellos, al término
del primer año continuamos 5 (uno se nos fue después a ingeniería.... mi
actual marido... alguien tenía que parar la olla!, jajajaja). Sí, la deserción
era tremenda, todos los que aperramos veníamos de colegios municipalizados y
el cambio no fue fácil, pero teníamos lo esencial: ¡coraje! (empuje, tozudez o
espíritu de lucha, como quieran llamarle).

Se vienen a mi memoria tantas imágenes y personas: la Giliana (secretaria
académica) que nos mostraba la malla curricular cual camino divino o línea de
la vida, don Mario Favre que nos "inició" en "Física I", don Arnaldo en el
laboratorio como guardián de los grandes tesoros de la facultad, el profesor
Román que nos mostró "la luz" en Física II... y por supuesto, tanto compañero
"especial": ¡Poto-cop!, ¿quién puede olvidar aquellas dimensiones, esos lentes
de nieve en pleno marzo con 30º a la sombra  y esas poleras musculosas de
malla "con ventilación" incluida? (y esto no es desviación femenina, los
hombres eran los que más comentaban); el Rumano, que era chileno, pero criado
en Rumania y que tantas veces se trenzó con compadrito hasta que le dejó un
recuerdito; Hoffman que desapareció de un día pa' otro ...

En fin, todo un zoológico (incluidos nosotros mismos) y sin embargo, las
generaciones anteriores (Copito, Leo Balart, Julio, Santiago, Daniel Partty,
Felipe Menanteau y Cristian-amigo de Leo-) nos acogieron y nos cedieron
generosamente el cetro del CAF. Heredamos el centro de alumnos, llamamos a
elecciones históricas (con Pablo Torres como presidente, yo -Roxana Aranda-
como vice-presidenta, Joaquín Mura creo como Secretario y no recuerdo al
tesorero porque no teníamos ni cobre) y, además de las misas de pastoral que
ya nadie recuerda, nuestro principal legado fue crear los "estatutos" del CAF,
con debida consulta a las generaciones posteriores.

Los "estatutos", con aquel artículo que mostraba todo nuestro pluralismo,
tolerancia y respeto a la diversidad, que decía algo así como: "podrá ser
miembro del CAF todo estudiante regular de física sin discriminación de raza,
color, OLOR, SEXO, TAMAÑO, creencia religiosa, et, etc,etc"... una larga lista
que permitía que cualquier clase de "ser" que al menos "pareciera humano"
fuera parte de nuestra "exclusiva" comunidad. Además, creo que inventamos una
cláusula para aceptar a "miembros invitados", es decir, pa' que los amigos de
Química como el Pancho, los de Matemáticas, o el Mefi y el Pablo Marmol que se
fueron a la Chile, también pudieran ser parte del CAF... así de abierto era el
centro de alumnos... de hecho, si mal no recuerdo, estos artículos los
redactamos sentados en la cafeta de Química con un enorme grupo de
"invitados", todos los cuales proponían más y más variables de posible
discriminación.... ¡fue genial!

Uf!, tantos recuerdos se vienen a mi memoria... el mito de Gabriel Salas, su alter-ego
Carlos Molina, las pelás de cables... pero, dejemos historias para más
adelante.

Un abrazo a todos los ex-CAF "kianos" y a los nuevos integrantes de esta gran
comunidad.

Roxana Aranda
(Generación'93)